COMPETENCIAS «ABREPUERTAS»
Competencias, palabra que no puedes perder de vista si estás interesad@ en desarrollarte personal y profesionalmente o quieres acompañar en su desarrollo a otras personas.
Intento no dar cosas por hecho, así que no voy a suponer que cuando escuchas la palabra competencia tienes claro a que me refiero, por lo que quiero empezar compartiendo contigo qué es una competencia. Si bien definiciones hay muchas, podríamos decir que las competencias son un conjunto integrado de conocimientos, habilidades, aptitudes, rasgos, actitudes y motivaciones que predisponen para desempeñar con éxito los requisitos y exigencias de un puesto u ocupación en un contexto profesional determinado.
Simplificando: Las competencias serían una mezcla entre lo que sabemos (conocimientos), lo que sabemos hacer (habilidades), lo que podemos hacer (aptitudes) y queremos hacer (actitudes).
En el ámbito profesional cuando se habla de descripción de perfiles o puestos de trabajo, se suele hacer una diferenciación entre las competencias técnicas (llamadas también hard skills) y las competencias personales (soft skills). Sé que a muchos no os gustan los anglicismos, pero es interesante que conozcamos “la jerga” porque puede que, en alguna ocasión, una persona responsable de contratación, un potencial cliente o colaborador con el que queramos trabajar nos hable así, por lo que nos interesa entenderle, ¿no crees?.
Antes de continuar, permíteme retroceder e irme al origen del término competencias porque creo es clave para entender la relevancia de las mismas.
Allá por 1973, un psicólogo estadounidense llamado McClelland fue uno de los primeros autores que nos describió y acercó al concepto de competencias. McClelland constató que los test de inteligencia y los buenos expedientes académicos no predecían por sí solos el éxito profesional. En esa búsqueda de nuevas variables que permitieran una mejor predicción del rendimiento laboral, se llegó al concepto de competencias. Para ello estudió a las personas que destacaban por un buen desempeño en su trabajo, comparándolos con los promedio.
Volviendo a nuestra realidad y nuestra época y gracias a lo ya aprendido e investigado, podemos decir que los conocimientos y la experiencia ya no son suficientes (no discriminan) para emplearse y/o tener éxito profesional. La inteligencia, la formación y la experiencia previa no garantizan el éxito en el desempeño. Por eso, tenemos que darles una especial importancia a nuestras competencias, ya que son las que nos van a diferenciar de otros profesionales con perfiles muy similares y son las que predicen un comportamiento y un resultado exitoso. Además, hay competencias que bajo mi punto de vista e independientemente de a que nos dediquemos, nos van ayudar a abrir puertas y generar oportunidades.
En función de nuestro perfil profesional habrá una serie de competencias técnicas y otras personales que serán necesarias e importantes para desempeñar bien nuestro trabajo. Esto es algo en lo que hago mucho hincapié cuando trabajo con profesionales en potenciar su empleabilidad.
Ejemplo sencillo para verlo sobre el terreno: Una persona cuyo perfil sea el de camarero/a requerirá de unas competencias técnicas como saber llevar una bandeja, tener conocimientos de protocolo, saber hacer una factura, entre otras. Por otro lado, también tendrá que aportar unas competencias personales fundamentales para hacer bien su trabajo y que, a igualdad de conocimientos entre varias personas con un mismo perfil, seguramente sean las que inclinen la balanza para que se queden con una persona y no otra. Algunas de ellas podrían ser la empatía, iniciativa, orientación al cliente, etc.
Pero y ¿cuáles serían las competencias “abrepuertas”? pues aquellas que independientemente de que seas camarero, directora financiera, comercial, administrativo, enfermera o sea cual sea tu perfil profesional, si o si te van a ayudar a abrir puertas y desarrollarte profesionalmente.
¡Allá vamos!
Creatividad
Todos podemos ser creativos, si bien es verdad que la educación, los condicionamientos culturales y nuestras vivencias en la mayor parte de los casos no nos han ayudado: “Está prohibido equivocarse”, “jugar es de niños”, “hay que seguir las normas” y un largo etcétera de creencias que tenemos muy instauradas y que no permiten liberar nuestra creatividad.
La creatividad es una competencia clave y que te abrirá muchas puertas pues ayuda en la gestión del cambio, de conflictos, permite resolver problemas, facilita aportar nuevas maneras de hacer o de pensar más acordes a las necesidades del entorno o de las personas que te rodean.
¿Quieres desarrollar tu potencial creativo? Éstas son las recomendaciones de los empresarios de éxito.
- Salir de la zona de confort
- Trabajar con lo que tienes
- Prestar atención a los detalles
- Cultivar la flexibilidad
- Aprender a confiar
- Aprender de los errores
- Reinventarse continuamente
- Despertar los sentidos
- Crear una comunidad
Curiosidad
La curiosidad es una competencia que de manera natural tenemos cuando somos niños y que tristemente la vamos perdiendo o se adormece cuando vamos creciendo. Creatividad y Curiosidad están muy vinculadas entre si y cuando desarrollamos una, de alguna forma lo estamos haciendo en la otra.
Es una de las competencias más valorada por las empresas en el siglo XXI. Actualmente, donde vivimos en un entorno de gran incertidumbre y complejidad y donde el aprendizaje continuo se torna imprescindible, la curiosidad ayuda y facilita la gestión del miedo y del cambio.
La curiosidad se puede potenciar, estimular y trabajar. Tal y como señala la periodista Teresa Viejo, creadora del Observatorio de la Curiosidad, a través de la observación de nuestro día a día podemos estimular la curiosidad, así como preguntando y escuchando a los demás.
La curiosidad conlleva riesgo y atrevimiento porque supone salir de lo conocido, de lo que controlas, de lo que ya haces bien, pero te aseguro que será tu abrepuertas en muchas situaciones y proyectos porque te ofrecerá nuevas opciones y alternativas que te ayudarán a salir de donde estás o a conocer nuevos escenarios.
Además, si queremos que otros nos escuchen tenemos que ser capaces de suscitar su interés y curiosidad por lo que también está muy relacionado con nuestra habilidad para comunicarnos que lo veremos también a continuación.
Comunicación
La metacompetencia por excelencia y que te podrá ayudar o no en tu carrera profesional o en la vida en función de cómo la utilices. Tal y como afirma Peter Drucker “El 60% de los problemas de las organizaciones son consecuencia de la mala comunicación”. Este dato nos resultará familiar a todos, así que creo que por ello que debemos de prestarle una especial atención.
Los componentes de la Comunicación y que te darán pistas sobre que competencias son las que puedes desarrollar y que te ayudarán a potenciar tus oportunidades:
- Empatía (Independientemente de que mi realidad o ideas sean muy diferentes a las tuyas, ponerme en tu lugar. No dar consejos si no me los piden. Ser tolerantes y pacientes).
- Asertividad (Atender a los intereses de la otra persona pero también a los míos; Ganar/Ganar. Saber decir que no).
- Escucha activa (Escucha empática y sincera, dejando la multitarea de lado, apagar la “radio interior” y estar de verdad con la otra persona).
- Arte de preguntar (Preguntas abiertas y generadoras de reflexión y debate para promover la reflexión y el crecimiento de las personas).
- Feedback (Herramienta esencial para que podamos crecer y ayudar a que otros crezcan. Siempre a tiempo, para promover el cambio y el aprendizaje de manera constructiva, reforzar comportamientos positivos y como recurso para demostrar la escucha activa y ratificar que hemos comprendido el mensaje).
Colaboración
Estamos viviendo una transformación cultural en las organizaciones de equipos jerárquicos a redárquicos, donde la colaboración y la cocreación se están instaurando como la mejor forma de trabajar y de alcanzar los objetivos marcados.
Colaborar requiere compartir información, ideas y recursos, supone transparencia, confianza, atender a la diversidad y dejar de lado los egos. Cuando colaboramos, creemos que la suma de las partes es mucho más rica y tiene más potencialidad que la individualidad.
En un mundo tan interconectado tenemos la suerte y facilidades que quizás no había antes para poder colaborar y crear junto a personas de otros lugares, culturas y ámbitos profesionales.
El compartir con otras personas, te aporta otras visiones tan diferentes y desde realidades tan distintas que es inevitable que te sume y aporte. Las empresas cada vez son más conscientes de esto y promueven formas de trabajar en equipo, donde de manera colaborativa se tomen las decisiones y cada persona aporte para el bien común sus talentos.
Tras mi visión sobre las competencias “abrepuertas”, te hago dos preguntas:
- ¿Tienes claro qué competencias te hacen falta o te podrían venir bien trabajar?
- ¿Qué estás haciendo para desarrollarlas?
Tras tu reflexión, te animo a que te propongas un plan de acción donde diseñar los pasos para que las desarrolles y estimules y así, puedan facilitarte tu desarrollo profesional y potenciar tus oportunidades.